Francisco Abad, presidente de FAJER
Huelva recibe un año más el evento anual de la Federación Andaluza de Jugadores de Azar Rehabilitados
Cartaya (Huelva) cobija el trigésimo primer Congreso de la Federación Andaluza de Jugadores de Azar en Rehabilitación. Durante este fin de semana el salón de actos del Hotel Precise Resort El Rompido acogerá cinco ponencias dedicadas especialmente a los familiares de los adictos. “Este congreso es para aquellas que sin jugar tambien perdieron” afirmó D. Francisco Abad, presidente de la Federación.
Abad dio el pistoletazo de salida, no sin antes recordar que llevan más de treinta y cinco años luchando por este movimiento. Tras ello la encargada de romper el hielo fue Doña María José Cortil, encargada desde hace cuatro años Centro Provincial de Drogodependencia de Huelva y Doctora de Psicología por la Universidad onubense.
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Manolo Anaya cruza cada tarde la puerta de la Asociación Malagueña de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Amalajer) con una sonrisa. La cruzó por primera vez como usuario. Llegó cabizbajo y obligado, tras un ultimátum de su mujer. Todo se acabaría para siempre si en menos de una semana no acudía a la asociación que ella misma le buscó para sacarlo del pozo. Aceptó a regañadientes. Ocho años más tarde, Amalajer le ha devuelto a la vida y ahora cruza su puerta de entrada, además de feliz y orgulloso, como voluntario para guiar a los que están pasando por la misma enfermedad que él: la ludopatía.
Es taxista de profesión y tiene 64 años. Hace unos quince comenzó a engancharse a las máquinas de juego que había en el bar. Concretamente a las tragaperras. No podía salir de casa sin monedas, pero lo que empeoraba su adicción era su trabajo: pasaba mucho tiempo solo, de noche, en Málaga y con mucho dinero suelto. "No solía frecuentar salones. Yo jugaba en bares, lo que a veces, aunque parezca curioso, me frenaba, porque no jugaba si veía a alguien conocido en el bar", relata.