Hemeroteca 2014
La ansiedad, la ira, la irritabilidad o las alteraciones en el sueño son algunos de los síntomas.
Haga usted la prueba. Súbase a un transporte público y cuente cuantos jóvenes van atentos a su smartphone y cuantos disfrutan del viaje mirando por la ventana.
La adicción a las nuevas tecnologías es un problema que crece entre los adolescentes y que preocupa cada vez más a los profesionales sanitarios. Los últimos estudios realizados por el Observatorio de la Infancia en Andalucía (OIA) en 2010 revelan que en Granada los usuarios de ordenador de entre 10 y 15 años suponen un 90,5%, es decir, que de los 58.357 menores pertenecientes a esta franja de edad en ese año en la provincia, 52.813 tenían acceso a una computadora. Y la cifra seguro que ha aumentado en la actualidad.
Aunque estos datos sean antiguos, los expertos coinciden en que el tiempo que los jóvenes dedican a estar conectados ha aumentado progresivamente en los últimos años. Un chico que agredió a sus padres porque le limitaron el tiempo de conexión a internet, un adolescente que perdió un año escolar porque pasaba la mayor parte del día jugando a videojuegos o una joven que sufría ataques de ansiedad si no se conectaba a las redes sociales. Son algunos de los casos reales que se tratan en cualquiera de los centros de rehabilitación públicos o privados-concertados de la provincia.
"Los chicos que son adictos a las nuevas tecnologías dedican prácticamente todo el día a estar en línea. El problema llega cuando el adolescente tiene carencias en otro tipo de conductas como los estudios o las relaciones personales", explica Domingo Calderón, psicólogo y director de un centro en Andalucía. Desde que en 2003 registraron el primer caso de dependencia a los juegos en red, se ha producido un incremento en este tipo de patologías. Calderón apunta que esta adicción es similar a la que sufren algunas personas con respecto al sexo o a las máquinas tragaperras. "Al hablar de nuevas tecnologías hemos de dividir la dependencia en: telefonía móvil y sus aplicaciones, internet y videojuegos", afirma el director.
Jorge (nombre ficticio) empezó apostando "lo típico". "En los partidos del Madrid jugaba dos euros", cuenta desde una terapia de ayuda a jugadores patológicos. Poco a poco, el juego a través del móvil y el ordenador tomó las riendas de su rutina. "Te lo ponen muy fácil", dice.
El Gobierno aprobó en verano la legalización de las tragaperras y las apuestas cruzadas en Internet, muy adictivas según los expertos, y ha abierto el plazo para que los operadores soliciten las licencias. Las voces críticas advierten de que la regulación española no es suficiente: desde que los primeros operadores legales en la red ofrecen sus servicios, en 2012, los casos de adicción se han disparado en las consultas contra la ludopatía.
Hombre y con estudios. Jorge, de 35 años, cumple con el perfil de las personas que acuden a las terapias con un problema de ludopatía al juego online. Aunque se trata "sobre todo de gente muy joven, entre los 17 y los 24 años, formados y con un periodo de latencia que no llega a los dos años", explica Juan José Lamas, director técnico de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar). El periodo de latencia de los jugadores presenciales, desde que empiezan a apostar hasta que no pueden dejar de hacerlo, oscila entre los 6 y 8 años.
Lee más: El Gobierno abre la mano al juego online mientras aumentan los casos de adicción
La Policía Nacional ha desmantelado un local ilegal de partidas de Texas hold´em póquer en la zona norte de la capital granadina. En el momento de la intervención, se encontraban apostando siete personas, entre ellas un menor de edad. Utilizaban una mesa de grandes dimensiones donde apostaban importantes sumas de dinero que previamente habían cambiado en fichas.
Tras varios días de investigaciones, los agentes pudieron constatar la actividad ilícita que se estaba desarrollando en un establecimiento que infringía la normativa en vigor de juegos y apuestas de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
En el momento de la intervención los jugadores se encontraban apostando importantes sumas de dinero cambiado previamente en fichas. Los agentes se han incautado de miles de estas fichas, por valor de 470.792 euros. Uno de los jugadores llevaba consigo un arma prohibida que también ha sido intervenida. En la inspección del local se intervinieron, además, numerosas barajas de cartas para el juego.
Lee más: Incautan medio millón de euros en un salón de poker ilegal en Granada